viernes, 28 de julio de 2017

Errores del escritor novel

Hola holita, vecinitos. 

Vengo a hablar de los errores que cometen los escritores novatos. Si cometéis alguno de estos, tranquilos, os doy la solución.

ÍNDICE

La intro eterna

El poeta exagerado

 Demasiados o pocos detalles.

Meterse dónde no te llaman

No respetar las reglas.

 El bien y el mal absolutos.

 Mareante punto de vista.

Clones.

 Detenerse antes de acabar. 


La intro eterna


Al comenzar una historia no solemos saber por dónde va a ir y podemos cometer el error de alargar la introducción explicando nuestro mundo, personajes o situaciones. Que, si Pepito se lava los dientes, se viste, se ducha y bla bla bla.

Con esto se consigue aburrir al lector que dejará el libro antes de que empiece el nudo, la historia. Ya que nos enrollamos demasiado.

 Solución casera: planificar y estructurar el rumbo de la historia, al menos a modo de esquema con las ideas básicas si sois perezosos de hacer un plano de cada detallito o creéis que hacer esto limitaría vuestra creatividad.

La introducción sirve para presentar a los personajes y de que va nuestra historia y es mejor hacerlo mediante exposición de comportamientos y situaciones. Es decir, por ejemplo, si un personaje es cruel demuéstralo en su primera aparición con alguna acción o acto que lo describa como tal.

Mis consejos: 

 No pierdas el tema central de la novela o relato pues todo debe girar en torno a él. 

 Se breve, no nos cuentes tu vida porque si llegaras a aburrir. 

Reescribe el principio una vez acabado la historia. 



El poeta exagerado

Si usáis palabras retorcidas como emperifollarse porque queda más poético estáis cometiendo un grave error. El lector en la mayoría de los casos no va a entenderte ya que no escribió la RAE.

Hay que conseguir fluidez en lo que escribes con palabras más usadas y comunes que cualquiera pueda entender. Claro que podéis buscar sinónimos para no repetirlas siempre, pero por favor que no sean demasiado rebuscados.

 Para evitar que la narración pierda su objetivo y su naturalidad piensa en que vas a contar y expresa lo fundamental con palabras sencillas y concretas que no suenen a chino para que el lector comprenda y tenga que consultar el diccionario cada tres por dos. 

Demasiados o pocos detalles.

Existen dos extremos, el que describe algo hasta sus átomos más pequeños y el que no describe nada porque parece que no tiene imaginación para ello.

 Para que el lector pueda imaginar tu mundo y tus personajes debes describir, sin embargo, no puedes definirle cada poro y partícula que conforme tu mundo ya que así haces lenta la historia y acabas siendo el cansino del año. Y tampoco puedes pasar de ello y hacer más un guion con solo diálogo. En el medio de estos extremos está la virtud. Ni mucho ni poco. 

 La solución es corregir las descripciones una vez terminado la historia y determinar si son demasiado extensas innecesariamente o simplemente no hay. 

Meterse dónde no te llaman.

El recurso de los sueños, pensamientos y recuerdos del personaje deben usarse con sabiduría y siempre que sea necesario. No hay que abusar.

La solución es pensar "¿Realmente necesito esto? "Si la respuesta es no, ni se te ocurra incluirlo. 


No respetar las reglas. 

En resumen, si tu historia se desarrolla en un mundo con determinadas reglas, ya sean inventadas o no, no deben saltarse porque sí. 

 Por ejemplo, si la regla es que todos los ángeles vuelan, no puedes decir que tu protagonista ángel no puede hacerlo a no ser que sea parte de algún trauma que tenga o que le falte las alas. Entonces sí estaría justificado que se salte esa norma común. 

 El bien y el mal absolutos.

Nadie es bueno o malo, todos somos un gris tirando a oscuro o claro. Los personajes deben ser de tonalidades intermedias. Si vuestro protagonista es un santo, error al canto.

 Para arreglarlo debéis poner características buenas y malas a los personajes, y que sean más de una de cada. 

Mareante punto de vista.

Que, si Pepi piensa en comer, luego Juan piensa en videojuegos mientras Alice piensa en música. Después nos vamos a la cabeza de Alex que piensa en beber. Bueno, un lío de puntos de vista y pensamientos. Cada uno tiene una forma de ver la vida y ponerlas todas en una misma escena pierde al lector. Salvo que el narrador sea omnisciente y lo sepa todo, no debe pasarse de uno a otro personaje sin avisar.

 Si quieres dar a conocer lo que le pasa por la cabeza a varios individuos hazlo en distintas escenas o capítulos.

Clones.

Cuidado con hacer que los personajes sean iguales entre sí. Cada uno debe tener personalidad y carácter propio. Además de ser creíbles y convincentes. 

 Puedes inspirarte en amigos y familiares o cualquier otro conocido para entregarle cualidades a tus personajes. 

Detenerse antes de acabar.

Lo peor que se puede hacer es ponerse a corregir cuándo solo se lleva el comienzo de la historia pues no se sabe si tendrás que cambiar muchas cosas al llegar al final y vas a tener que volver atrás a rectificar. 

Hasta otro blog, vecinitos. 

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